Hoy
día en nuestras economías tan dinámicas, una ley de oferta y demanda dominante
y el desarrollo laboral de ambos padres inciden en la compra de las leches
infantiles según los requerimientos del niñ@ y las posibilidades económicas
familiares.
El
mercado ofrece diversidad de opciones que se pueden ajustar al presupuesto
familiar o utilizarse de forma mixta con otras fuentes de alimentación como la
lactancia materna y la ablactación a partir de los 6 meses.
Sin
duda alguna, la leche más económica, lista y fácil de usar es la leche materna
pero hay diversas razones por las que esto no es posible como lo son:
Sin
embargo, existen circunstancias especiales que hacen necesario buscar otras
alternativas de alimentación para complementar o suplir la lactancia materna.
Estas circunstancias son: Rechazo absoluto o incapacidad de la madre para la
lactancia materna. Necesidad de disminuir el contenido de proteínas, fósforo y
sodio, a través de la dilución. Necesidad
de sustituir la crema de leche por mezclas de grasas y aceites, a los efectos
de mejorar la absorción y aportar ácidos grasos esenciales. Necesidad de adicionar minerales y vitaminas
dentro de márgenes establecidos para satisfacer la ingesta recomendada de
nutrientes. Lograr una densidad calórica comparable a la de la leche de madre
(de 65 a 70 cal/dl) Aumentar el contenido de hidratos de carbono mediante la
adición de mayor cantidad de lactosa, presencia de VIH en la madre, toma de
tratamientos antiretrovirales, radioterapia, quimioterapia, tuberculosis
activa, drogadicción, alcoholismo, desnutrición severa de la madre, entre otras
esto genera que se recurra a las leches infantiles cuyo costo económico es
significativo.
Formulas Infantiles de Inicio
Son
recomendadas para ser utilizadas durante los 4 a 6 primeros meses de vida,
etapa caracterizada por requerir alimentación láctea exclusiva y por ser un
período de altos requerimientos nutricionales en relación a su peso, como así también
de inmadurez digestiva y metabólica.
Las
fórmulas de inicio son derivadas de la leche de vaca. Esta es modificada en cantidad,
calidad y tipo de nutrientes con el fin de asemejarla tanto como sea posible a
la leche humana (de allí el antiguo término de fórmulas maternizadas), y
adaptarla a la condiciones de inmadurez digestiva y renal del recién nacido,
mejorar su digestibilidad y tolerancia, disminuyendo la carga renal de solutos.
Por todo ello, estas fórmulas deben ser la primera opción cuando sea necesario
complementar o sustituir la lactancia materna, siempre que las condiciones
socioeconómicas lo permitan.
Su
costo ronda los ocho mil y los once mil colones dependiendo de la especificación
técnica un tarro de 400g y los quince a veinte mil colones un tarro de 900g
según los requerimientos estos pueden durar aproximadamente una semana o menos
dependiendo de las tomas que se le den al niñ@
Formulas Infantiles de Continuación:
Las
fórmulas modificadas de continuación son promocionadas para ser indicadas a
partir de los 6 meses de vida, etapa en la que comienza la introducción de
alimentos de consistencia semi-sólida y luego sólida, brindando nutrientes para
complementar los aportados con el biberón. Estas fórmulas surgen como una mejor
alternativa que la leche de vaca, a un costo razonable. Han sido reguladas por
la FAO- OMS para adecuarlas a las características biológicas de la lactante
mayor de 6 meses, más madura orgánica y funcionalmente en sus aparatos
digestivo y renal. Reciben el nombre “de continuación” porque pueden remplazar
o complementar la lactancia materna después de las “de inicio”.
Su
costo es similar a la leche de inicio ronda los ocho mil y los once mil colones
dependiendo de la especificación técnica un tarro de 400g y los quince a veinte
mil colones un tarro de 900g según los requerimientos estos pueden durar
aproximadamente una semana o menos dependiendo de las tomas que se le den al
niñ@
Los
costos más elevados están dados por formulas específicas como anti reflujo, hipo
alergénica, inmunity, DHA.
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